La aparatología estética disponible hoy día en el mercado es muy amplia. Si bien, en general, la duda más frecuente suele ser, fotodepilación (IPL) o depilación láser.

La diferencia fundamental entre el láser y la luz pulsada (IPL) es el tipo de luz que se aplica. La IPL es una luz pulsada de banda ancha y policromática, mientras que el láser es una fuente de luz monocromo. Los dos sistemas atacan a la raíz del  folículo del pelo y cabe esperarse resultados permanentes o de muy larga duración, en ambos.

La energía, la frecuencia y el color del vello son factores determinantes en la eficacia del tratamiento, así como el tono de la piel, ya que es un factor de muy importante consideración, en la potencia que aplicará el profesional.  A pesar de la buena o mala fama de los diferentes métodos, la realidad es que la fuente de luz, es el factor menos determinante.

IPL

Luz láser monocromática                                 Fuente de IPL de banda ancha

Ambos métodos han de provocar “daños” en la raíz del cabello que, tras varias sesiones de tratamiento, frenarán el crecimiento del nuevo vello.

El vello hará un efecto “cable” entre la piel y el folículo, su función será de transmisor, de la luz aplicada así como del aumento de temperatura producido, transmitiendo todo esto a la raíz. Cabe pensar, que al ser métodos que se sirven de la luz (sea del tipo que sea), el  vello oscuro y la piel clara son la combinación perfecta para obtener los resultados más efectivos.  El vello oscuro, porque cuanto más oscuro será mayor su capacidad de absorción de la luz y por lo tanto más conductor, y la piel clara, precisamente para evitar que atrape la luz. Las pieles oscuras tienen mayor capacidad de absorción de luz, y por lo tanto una mayor sensación para el cliente, factor determinante a la hora de elegir la frecuencia a la que se aplica el tratamiento.

Sin embargo, es cierto que las sensaciones a la hora de aplicar el tratamiento son distintas en uno u otro método. En Estética y Bienestar contamos con ambos sistemas de depilación permanente, depilación láser y IPL, para que puedas elegir y personalizar tu tratamiento, en función de tu tipo de piel y de cabello, e incluso combinarlos, para ir adaptando el método de trabajo en las diferentes fases, a medida en que tu velo, va siendo cada vez más débil o claro, y consecuentemente menos conductor.

 IPL + Radiofrecuencia ¿en qué consiste?

Sobre todo en fases finales del tratamiento en las que el vello es ya muy fino, débil y poco conductor, podemos combinar la IPL con  la Radiofrecuencia que añade más calor a la zona tratada, pero por debajo de la superficie, así que no quema la piel.  Hablamos sobre todo de fases avanzadas del tratamiento y en especial, del famoso “vello residual”.

Las ondas electromagnéticas que genera la radiofrecuencia están atraídas por el calor que la luz destructora del IPL aplica a los folículos. Así que sumándose estas dos olas de calor, el folículo se ve mucho más afectado. Sube hasta 70 grados (unos milisegundos), se destruye con mayor rapidez, y todo eso preservando el resto de los tejidos incluido la piel.

 Aplicación de la IPL y la radiofrecuencia en fotorejuvenecimiento de la piel

La luz intensa pulsada emite una banda ancha de luz que permite tratar varios objetivos a la vez, manchas pigmentadas, venitas o textura cutánea rugosa y así mejorar globalmente la calidad de la piel al estimular la formación de colágeno. Podemos aplicar filtros a esta luz policromática seleccionando los haces de luz (colores) más adecuados a cada aspecto específico de la piel que queramos mejorar.

La energía de la luz actúa en las capas más profundas para mejorar gradualmente la tonalidad y textura de la piel, eliminar las manchas, rojeces, poros dilatados, arrugas finas y dar luminosidad.

El IPL es un tratamiento no agresivo que permite realizar varias sesiones.

Los resultados suelen ser  visibles desde la primera sesión. Se necesitan entre 3 y 5 sesiones con un intervalo como mínimo de tres semanas.  Las mejoras se perciben de manera progresiva. En primer lugar, desaparecen las manchas y rojeces y así la piel va recuperando un tono mucho más uniforme. A medida que avanza el tratamiento se va notando una mejoría general en la calidad de la piel.