Qué es el quiromasaje

quiromasajeQuiromasaje viene de la palabra griega quiros (manos). El quiromasaje es un conjunto integrado de varias técnicas manuales que sirve para relajar, estimular o aliviar los tejidos blandos. Relajación y bienestar, todo en uno, es un buen resumen de lo que nos puede ofrecer el quiromasaje.

Con estas técnicas, podemos obtener numerosos beneficios para nuestro cuerpo, de los que hablaremos a continuación:

Beneficios del quiromasaje

Los beneficios del quiromasaje pueden alcanzar diferentes partes del cuerpo. Podríamos mencionar:

  • Piel: la principal ventaja para la piel sería el arrastre de las células muertas. Además, es habitual usar cremas o aceites para practicar el masaje. Esto contribuye a mejorar y cuidar la piel, dependiendo de los componentes con los que estén hechos estos aceites. No hay que perder de vista las ventajas propias de los diversos campos de aplicación de estos aceites.
    Aparato circulatorio: mejora la circulación sanguínea y el retorno venoso. Esto tiene una repercusión directa en el aporte de nutrientes a las células y a los tejidos, y también en malestares tan comunes como la pesadez de piernas.
  • Sistema linfático: las manipulaciones favorecen el arrastre de las sustancias de desecho, con lo que se ayuda al buen funcionamiento del resto de los sistemas y órganos del cuerpo.
  • Sistema nervioso: el quiromasaje tiene un efecto relajante en la mayoría de sus técnicas, aunque hay ciertas manipulaciones que pueden tener un resultado estimulante.
  • Sistema músculo-esquelético: los movimientos con fines relajantes hacen que este masaje permita aliviar, aun cuando no hablamos de fines terapéuticos, bandas tensas en los tejidos blandos, que afectan al sistema músculo-esquelético, lo que dicho de otra manera, aporta  un confort mucho mayor y bienestar a este nivel en nuestros músculos y huesos.

Contraindicaciones

Aunque, en líneas generales, el quiromasaje es un procedimiento seguro, hay que tener en cuenta, como en la gran mayoría de las técnicas manuales, sus posibles contraindicaciones.
Principalmente, éstas vienen fundamentadas, sobre todo, por el estado de la piel. La presencia de quemaduras, heridas, infecciones u otras lesiones similares, sería un claro caso en el que no se debe realizar el quiromasaje.
Por otra parte, es deseable valorar el estado general de la persona antes de iniciar una sesión de quiromasaje. Es importante conocer la posible existencia de enfermedades infecto-contagiosas, fiebre, debilidad extrema, roturas o fisuras óseas, o problemas de cualquier otra índole, en los que por sentido común, el profesional desaconseje la aplicación del quiromasaje.
En caso de existir otros problema de salud como podrían ser cardiopatías descompensadas o cánceres, comunicar con el médico la intención de recibir el quiromasaje y realizarlo siempre con supervisión del facultativo

Cómo se realiza

Tras una charla previa, orientada a descartar cualquier posible contraindicación (sobre todo en la primera sesión), y una correcta acomodación, luz, música relajante, camilla, etc., comenzamos a recibir las manipulaciones que el experto considere necesarias. Las primeras técnicas serán una simple fricción con las palmas de las manos, sin aceites o cremas, con el objetivo de calentar la zona y relajar. Seguidamente, el profesional puede ir evaluando el tono muscular y las posibles zonas de bandas tensas.
Las manipulaciones que realiza el quiromasajista son muy variadas e incluyen diferentes pasos con las palmas de las manos abiertas, amasamientos con las yemas de los dedos, la palma de la mano o los nudillos, así como percusiones con la palma, el puño o los dedos.